Venus era mujer, de William A. Seiter (1948)

23.11.2020

En el cine de los años de los grandes estudios (en este caso la Universal) gran parte del esfuerzo artístico iba encaminada a la idealización de la belleza de las actrices. Gracias a la idealización el cine logró en ese periodo un buen número de las grandes obras artísticas del siglo XX. Idealización como huida de la mediocridad en la mirada. Idealización como sinónimo de belleza y de búsqueda de algo más allá de la realidad cotidiana que nos rodea. Ava Gardner como diosa romana que se convierte de estatua a persona carnal destaca en una comedia que tiene códigos más de los años 30 que de los 40, pero que logra una película realmente interesante y bastante infravalorada y olvidada para sus grandes logros respecto a las expectativas de adaptación de una comedia músical (con música escrita por Kurt Weill) y una novela anteriores. No es de extrañar: el intelectualismo siempre se ha llevado mal con la comedia ligera y con el optimismo. Ava Gardner no sólo aparece de una belleza y una frescura de dificil comparación, sino como lo que fue y siempre buscó: una extraordinaria actriz. La película : una comedia que tiene que tenerse presente como herencia de una epoca de los años 30 que se había olvidado en gran medida después de las experiencias de la II Guerra Mundial y a la aparición del cine negro. En los 50 todo iba a cambiar con la aparición de los antihéroes y el lado oscuro de la psicología de los personajes. Robert Walker destaca en sus réplicas a la diosa enamorada. Notable y a reinvindicar en su elegante ligereza como una copa de champán y un vestido largo de diosa romana. Una agradable sorpresa de un sábado por la noche.