Un albergue en Tokio, de Yasujirō Ozu (1935)
Uno de los acontecimientos culturales del verano en Madrid, ha sido probablemente el ciclo que le ha dedicado la Filmoteca Nacional al director japonés Yasujiro Ozu. En los últimos años su mayor distribución en España ha permitido conocer mejor su filmografía más allá de su excepcional "Cuentos de Tokio" (1953), considerada cada vez más como una de las mejores películas de la historia, por la excepcional sensibilidad que logra transmitir. Su cine se muestra como una de las cumbres del cine japonés clásico junto al de Kurosawa y Mizoguchi. Además en la medida en que ves películas suyas ves un estilo y temáticas que se repiten en su obra (las zonas deprimidas o la infancia abandonada a su suerte), dándole un carácter como creador bastante definido dentro de las varias décadas de cine en las que realizó su trabajo.
En este caso nos encontramos con una película muda realizada antes del trauma que significó la II Guerra Mundial, y se centra en cómo afectó la gran depresión a los hombres corrientes en la Japón de esa década posterior a la crisis del 27.
Un hombre con dos hijos busca trabajo entre las zonas de fábricas fracasando continuamente. Alguna vez escuché que si te gustan Chaplin o John Ford, probablemente te gusta el cine de Ozu. En esta película hay algo de la mirada melancólica que Chaplin siempre dedicó a la pobreza y los hombres, que intentan escapar de la misma, con las pocas energías que pueden ofrecer la ayuda mutua entre los hombres que se encuentra solos en un mundo hostil al sufrimiento del que no tiene nada.
Excelente película que merece ser vista por sus valores humanistas y cinematográficos, y que demuestra una vez más que el cine japonés ha sido uno de los cines nacionales más importantes a lo largo de la historia del cine.