La aventura, de Michelangelo Antonioni (1960)

El cine del máximo esplendor de Antonioni tiene problemas para las almas con urgencias, y para las narrativas directas y sin concesiones a la contemplación de la belleza de las imágenes. Probablemente es cierto, y es un problema que se acrecentó en muchas de sus películas posteriores. Sin embargo también es verdad que el cine de Antonioni es un cine sin el que el cine posterior en muchos aspectos no hubiera sido como fue. Salvando las diferencias, "La Aventura" es al cine italiano lo que "Al final de la escapada" al cine francés. El cine italiano que abandonaba el neorrealismo evolucionó en un sentido a la maravillosa comedia italiana, y por otros abrió camino a pensar que el cine puede ser otras cosas. La Aventura es una película bella estéticamente y que se tarda en captar el objetivo y el fin de la narración. Pero es entonces donde Monica Vitti ilumina la pantalla como las mujeres de Antonioni, que se hacían ver en "Las amigas". Una mujer de enorme feminidad y desasohiego existencial que retrata frente a los hombres de la Italia de la "Dolce Vita". Se retrata una época y se entiende el retrato. Seguramente no le guste a todo el mundo, ni falta que hace. Antonioni es un grande del cine por momentos de gran belleza cinematográfica tanto suyos, como aquellos que inspiró. Eso le hace ser merecedor de disfrutar y conocer su obra y su legado en la historia del cine europeo.