Freud, pasión secreta, de John Huston (1962)

22.10.2021

Al año siguiente del problemático rodaje de "Vidas rebeldes", John Huston se embarcó en una película biográfica de Sigmund Freud. La película no retrata al psicoanalista con reconocimiento mundial, y cuyas ideas transformarán la idea de sujeto en el siglo XX, sino al joven que va a ir encontrando las primeras claves de todo su pensamiento y de su sistema psicológico en una Viena de aires burgueses centroeuropeos con heridas mentales en forma de histerias, neurosis y sueños del subconsciente. De algún modo esta película refleja la gran influencia que tuvo Freud en el cine norteamericano desde los finales de los años 20. No poca importancia en ese proceso probablemente tuvieron las pinceladas del cine surrealista de Buñuel o Dalí. Freud de joven es Montgomery Clift. Y para John Huston es una película de mitad de su carrera que ya tenía recorrido largo desde los inicios de los años 40 cuando creo el cine negro con "El Halcón Maltés", otra indagación del lado oculto y oscuro de la condición humana. Sin ser una de sus cumbres, la película es interesante por el retrato que hace de las indagaciones de un hombre, cuya lectura siempre es interesante. Hombre esclavo de sus seguidores que muchas veces han simplificado su logro más relevante: el de investigar el misterio de la complejidad de la consciencia humana y de los tabúes sobre nuestra idea de lo que es ser humano. Probablemente hay una lectura del cine y la carrera de Huston que también responde a la misma motivación. Tal vez nunca tuvo mejor oportunidad de hacerlo explícito.Postdata. En los entresijos del guión estuvo implicado Jean Paul Sartre que llego a preparar más de 400 páginas que hubiera dado lugar a una película de casi siete horas. Luego la película ya se ajustó a unos cánones más cercanos al cine clásico.